El autor del artículo, Michel Lacroix, considera que hay que preocuparse por la orientación que damos a nuestra vida emocional. “Hay que evitar la degradación de la sensibilidad. De lo contrario, podríamos llegar a la siguiente paradoja: el ser humano se emocionará cada vez más, pero, paradójicamente, será cada vez menos capaz de sentir”. Posteriormente Serge Lascar analiza las emociones de varias escrituras y plantea cómo sus autores han sido capaces hacer un buen o mal uso de ellas.
