por CATHERINE DUTIGNY
Disfrazar o enmascarar la escritura es parecido a lo que Jung denominaba el arquetipo de la máscara social, la parte de nosotros que hacemos visible. Pero ¿es fácil forzar tanto nuestra escritura? ¿Es imposible que nuestra personalidad sea reconocida por un experto grafólogo? Si la escritura, como la personalidad, es un 90% inconsciente, ¿podemos de verdad hacerlo? Un trabajo desarrollado por Catherine Dutigny ahonda en esta idea.Parte(II)